Su teoría del ciclo vital le llevó a ser Premio Nobel en 1985. Nuestros hijos deben aprender desde pequeños y nosotros enseñar, que sólo con esfuerzo podremos generar, a lo largo de nuestra vida , una determinada renta para que cuando seamos mayores tengamos el ahorro necesario para tener cubiertas al menos nuestras necesidades básicas. Así de sencillo y así de difícil será para nuestros jóvenes.
A título anecdótico, Modigliani, cuando recibía su premio nobel decía: “utilizaré la dotación del Premio de acuerdo con mis propias teorías. Conforme a estas teorías no gastaré los 225.000 dólares de golpe, sino gradualmente a lo largo de mi vida. Esto es lo que hace la gente según mi teoría: mantener unos niveles constantes de consumo a lo largo de su vida”.
Consumir o ahorrar, es el dilema y por ello es importante enseñar hábitos de consumo responsables en nuestro alumnado. Desde el punto de vista del consumo, la conciencia de los ciudadanos del siglo XXI, y sobre todo los llamados “millennials”, es bien distinta. El ciclo vital para estas generaciones lo vislumbran muy corto, tan corto como lo inmediato, la búsqueda de la satisfacción de forma rápida a través del consumo. El acceso a las distintas formas de gasto de nuestros jóvenes a través de internet es una preocupación para padres y profesores. Según la Encuesta INE sobre Equipamiento y Uso de Tecnologías de Información y Comunicación en los Hogares de 2017, de la población en la franja de edad entre los 16 y los 24 años, un 96.2% son usuarios habituales de internet. Lo importante, un 49.2% compraron a través de internet en los últimos tres meses anteriores a la realización del estudio, octubre de 2017. En este sentido considero que es fundamental el papel de la enseñanza de la Economía en general y la Educación financiera en particular para conseguir dotar a nuestros jóvenes de la formación necesaria que les haga comportarse de forma racional, con ética y responsabilidad en el consumo. ¿Qué está dispuesto a hacer un joven de secundaria con una tarjeta de crédito, un móvil o un teclado en sus manos y una puerta abierta al mundo digital?
La otra cara es el ahorro. ¿Es posible con los siguientes datos que pueda existir la capacidad de ahorro suficiente como para conseguir una renta mínima en la jubilación nuestra y de nuestros jóvenes? Lo traducimos en cifras. Por un lado el empleo juvenil se ha reducido a la mitad .Tan
sólo una década se ha pasado de 4.9 millones de ocupados menores de 30 años en 2007 a los 2.5 millones al finalizar 2017. La tasa de paro juvenil según la Encuesta de Población Activa del primer trimestre de 2018 se encuentra en el 56.2% para los menores de 20 años, un 30.3% para los menores de 25. Nuestros jóvenes empiezan a trabajar más tarde y además conviven en el hogar familiar mucho más tiempo. Con menor número de ocupados y mayor tasa de paro juvenil el futuro es muy incierto, y asegurar una renta futura en la jubilación, será difícil.
Modigliani se refería a la idea de conseguir una renta media con la que poder mantener los niveles de subsistencia de consumo básico a lo largo de la vida. Pero las pautas de consumo actuales hacen difícil aplicar esta teoría. Disponer de una buena educación para el consumo y concienciar y enseñar a nuestros alumnos las pautas para gestionar adecuadamente su presupuesto familiar, es fundamental. Hay que seguir enseñando, como hacemos habitualmente, a tener comportamientos económicos que sean éticos de modo que el alumno sepa que sólo con responsabilidad en sus decisiones podrá llegar a ser mejor ciudadano y conseguirá un futuro mejor para él y para sus hijos.
Al fin y al cabo es lo que hicieron nuestros padres por nosotros aunque en ese momento estaba todo por hacer. Ahora las circunstancias son otras, y en el actual mundo de absoluta competitividad, nuestros jóvenes precisan la formación económica que les ayude a tomar decisiones en un futuro tan complicado como incierto.