Ese concepto, el de España como nación emprendedora, fue adoptado por Polo mucho antes de dar nombre a su actual cargo, si bien hasta ahora no se ha podido materializar más allá del discurso. "Llevamos tres años trabajando en esta estrategia de nación emprendedora, porque es un proyecto que veníamos defendiendo desde antes de llegar al Gobierno. Luego tuvimos un año plagado de citas electorales que impedían presentar estos planes. Ahora, que tenemos la perspectiva de un Gobierno estable a cuatro años, estamos en disposición de presentar la estrategia y somos conscientes de la expectativa creada", explica Francisco Polo.
¿Y en qué consistirá finalmente este plan? "Hemos seguido el patrón planteado por Mariana Mazzucato de un Estado Innovador y de aterrizar el concepto de misión de país. Lo representamos en forma de pirámide, con las empresas innovadoras, capital riesgo y universidades en la cúspide, haciendo de ‘rompehielos’ para el resto de actores de la pirámide. Ahí lo que buscamos es tanto acelerar el proceso de inversiones en nuestro país, a lo largo de todo su ciclo de vida, desde las primeras rondas hasta su madurez, como convertir a España en un paraíso de talento y ampliar el sueño de los emprendedores, esto es, que vean que no necesitan vender sus startups sino que tengan la capacidad de escalar, internacionalizarse y sentar las bases para convertirse en los grandes campeones que necesitaremos en el futuro. En la parte media de la pirámide estarían los diferentes sectores tractores [diez según Polo, entre ellos energía, telecomunicaciones, agroalimentación, finanzas o salud]. Queremos que esos dos mundos, que hasta ahora no se habían mirado, empiecen a trabajar juntos, para captar capital los primeros y para absorber la innovación de forma más natural y enfocada a negocio los segundos. Finalmente, en la base de la pirámide están el resto de empresas y ciudadanos, donde el objetivo fundamental será acabar con las brechas [de género, territoriales, socioeconómica y generacional] que existen actualmente, porque estos beneficios de la nación emprendedora deben llegar a todo el mundo, sin dejar a nadie atrás".
Todo ello haciendo, en un camino entrecruzado, que el sector público también se empape de ese aura de emprendedor, "que haga de mano invisible que empuja la palanca de la innovación". Polo no se esconde ante la ineficacia de mecanismos como la compra pública innovadora y anuncia cambios profundos en estas lides: "La Administración General debe contar con mejores marcos regulatorios para propiciar esa innovación y, al mismo tiempo, impulsar proyectos que ni el más arriesgado de los fondos de capital riesgo sería capaz de llevar a cabo porque ni tiene la capacidad ni la fuerza financiera, ni es capaz de sostener esos esfuerzos en el tiempo, como sí que puede hacer un Gobierno. Esa es la gran diferencia y la aportación que tiene que hacer el Estado en este terreno".
Este prolífico diagnóstico necesita de mecanismos para pasar de las palabras a los hechos. Al respecto, Francisco Polo confirma que la Ley de startups (prevista para ver la luz este mismo diciembre) especificará la figura jurídica de estas empresas, incluyendo incentivos fiscales, la reintroducción de las ‘stock options’ como forma de compensación, flexibilidad y seguridad por parte de la Administración para su crecimiento y consolidación. Por otro lado, el Alto Comisionado está especialmente orgulloso de la creación de la Oficina Nacional de Emprendimiento, que tendrá como objetivo "convertirse en una ventanilla única donde todos los ministerios puedan ofrecer el trabajo que están haciendo en su ámbito y facilitar así el día a día del emprendedor. Es el ejemplo de que no sólo buscamos inyectar más dinero, sino también organizar y poner en común los recursos que ya tenemos disponibles".
Y, por supuesto, esta misión de país se verá claramente beneficiada de los fondos europeos de recuperación (recordemos que el 20% del Next Generation EU deberá ir destinado a inversiones de base digital, siendo el principal eje vertebrador del fondo, junto a la transición ecológica). "Efectivamente una parte importante de los 140.000 millones que hemos logrado en el pacto ayudarán a poner en marcha esta estrategia y a ayudarnos a establecer las bases de un nuevo modelo de país. Ahora mismo, desde la Presidencia del Gobierno, estamos trabajando en los diferentes proyectos de esta nación emprendedora teniendo en cuenta estos nuevos recursos que van a estar disponibles, especialmente estos dos primeros años".